Nuestros compañeros de Bulgaria nos han enseñado un cuento tradicional de su país titulado LA MANOPLA CALIENTE.
Lo primero que hicimos fue conocer esta historia a través de la voz de nuestros tutores, en ella nos dimos cuenta que todos los protagonistas eran animales; después tuvimos que fijarnos mucho para pintar solamente aquellos que salian en el cuento.
Más adelante recortamos cada uno de ellos y los pegamos en unas
manoplas.